Conseguir sillas que están en condiciones de que puedan ser usadas y que no esté tu salud en juego, se esta pareciendo mas a un culebrón de verano que a un asunto de seguridad y salud.
En reiteradas ocasiones, esta sección sindical ha puesto en conocimiento a la empresa esta problemática, pues suelen averiarse frecuentemente debido a su uso y antigüedad, pero la compañía no debe percibir lo mismo, ya que no pone los medios para subsanar el problema.
En una ocasión y cuando no les quedo mas remedio, decidieron sustituirlas, pero no por otras nuevas, sino por otras de segunda o tercera mano de otro centro de la compañía en la provincia de Cáceres, ¿adivináis el resultado?.
En fin, ha tenido que intervenir la inspección de trabajo tras la correspondiente denuncia, y ha obligado a la empresa a que elaboren un protocolo para el cambio de las sillas, y que por supuesto sea de conocimiento de todo el personal. Por otra parte, la inspección de trabajo también ha requerido a la empresa a que los y las trabajadoras realizasen un curso de prevención de riesgos en cuanto ergonomía y trabajo con pantallas de visualización.
Después de varios meses desde que se inició este proceso, aun no se ha realizado el cambio de todas las sillas averiadas, esperamos que próximamente os podamos contar el final, o al menos novedades. Todo apunta a que a la inspección de trabajo se le está acabando la paciencia.
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